Thomas Paine, nacido en Thetford, Norfolk, Inglaterra, en 1737, fue un liberal y escritor por los derechos humanos inglés con una vida notablemente diversa y aventurera. Su formación religiosa cuáquera no limitó su inquietud social, que se gestó durante sus años como marino, industrial y recaudador de impuestos.

Desde entonces, mostró una intensa preocupación por los marginados, defendiendo principios igualitarios y democráticos. Estos lo colocaron entre los radicales durante las revoluciones liberales de su tiempo.

A instancias de Benjamin Franklin, Paine emigró en 1774 a la colonia cuáquera establecida por William Penn en Norteamérica, específicamente en Pennsylvania. Su obra más influyente, «Sentido común» (1776), abogó por la independencia de las Trece Colonias británicas y su unificación política.

Este panfleto se difundió ampliamente entre los colonos, consolidando a Paine como uno de los principales ideólogos y publicistas de la revolución que culminó en la independencia de los Estados Unidos (1775-1783).

Aunque Thomas Paine participó activamente en la lucha política y militar, su contribución destacada radicó en el ámbito de las ideas, respaldando moralmente a los rebeldes mediante diversas obras. Tras la consecución de la independencia americana, regresó a Inglaterra en 1787 para abogar por los intereses estadounidenses.

Tiempos revolucionarios de Thomas Paine

La llegada de la Revolución francesa en 1789 encontró a Paine convertido en admirador del nuevo régimen. Criticó al primer ministro británico William Pitt el Joven por su actitud hostil hacia Francia.

También defendió la Revolución frente a las críticas conservadoras de Edmund Burke, publicando «Los Derechos del Hombre» (1791-1792).

Esta obra, de amplia difusión, le valió una condena por alta traición debido a su contenido republicano y revolucionario. Logró escapar y se refugió en Francia en 1792, donde se integró plenamente en la vida política, siendo incluso ciudadano francés y miembro de la Convención.

Thomas Paine se alineó con el partido girondino, mostrando humanitarismo al oponerse a la ejecución de Luis XVI y proponer asilo en los Estados Unidos para el monarca. Sin embargo, sus posturas le valieron la desconfianza de los jacobinos y sufrió persecuciones durante el periodo del Terror, siendo encarcelado durante la dictadura de Robespierre (1793-1794).

Durante su reclusión, escribió su última obra importante, «La edad de la razón«, donde defendía valores como la moral, el humanismo, la fraternidad y la fe en Dios, rechazando las religiones reveladas.

Paine evitó la guillotina gracias al golpe de Estado de termidor, que le devolvió la libertad y su puesto en la Convención. Desilusionado por la deriva autoritaria de la política francesa con la llegada de Napoleón al poder. Abandonó el país en 1802 y regresó definitivamente a los Estados Unidos.

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