En la obra de El Lenguaje del Sol, se encuentra una selección de poemas de diversos autores indígenas. Estos mayormente pertenecientes al linaje Wuliana del pueblo wayuu, el más numeroso y ferviente defensor de su idioma, el wayuunaiki.

Algunos de ellos no solo han sido reconocidos como poetas, sino también como activistas políticos, estudiosos de sus idiomas, comunicadores y artistas plásticos. Esto ofrece un atisbo del inmenso caudal de inspiración que sus culturas e idiomas representan.

En esta «mínima» muestra de el Lenguaje del Sol, se seleccionaron algunos poemas, solo en su versión en español según la solicitud del editor del PL, con el propósito de dar visibilidad a las literaturas indígenas en ese espacio literario.

Resiliencia cultural y transformación literaria indígena

Estos poemas y las palabras de Horacio sirven como evidencia de la vigencia y vitalidad de estas sociedades y sus expresiones culturales, antiguas y nuevas, que han resistido siglos de discriminación, negación y genocidio para legar a la humanidad su rico patrimonio.

A pesar de las intensas presiones de transculturación sufridas por los pueblos indígenas debido a situaciones coloniales y neo-coloniales, se han producido cambios notables en sus literaturas. De literaturas ágrafas, colectivas y anónimas, ritualizadas y vinculadas a cosmogonías, ha surgido una literatura de autor. Este cambio implica un paso de la autoría colectiva a la individual, del ritual a la creación del artista, del escritor, del poeta.

La introducción de la escritura en estas culturas indígenas representa la apropiación de un recurso cultural externo, no como una imposición, sino como una estrategia de reafirmación étnica, cultural y lingüística, y una forma de recreación cultural.

El reciente impulso de los pueblos indígenas es una lección que desafía las ideologías eurocéntricas. Pueblos considerados «tribales» y «selváticos» están demostrando formas fuertes y asertivas de resistencia pacífica, revelando sus extraordinarios conocimientos, especialmente aquellos asociados a la biodiversidad.

Esto asegura la creación de nuevos marcos de expresión y reproducción cultural, dando continuidad a antiguas tradiciones que sirven de referente a los autores. Los autores seleccionados para el libro El Lenguaje del Sol son los siguientes:

Vicente Arreaza Kaikutsé (1958 – 2004)

Nacido en la comunidad de Uaiparú, Gran Sabana, estado Bolívar, este Pemón no solo fue un artista plástico e ilustrador, sino que también legó una amplia obra literaria, mayormente inédita, tras su sorpresiva partida.

Con la editorial Ananda, publicó varios libros bilingües notables, tales como «Wädaka, el árbol de todas las frutas» y «Makunaimü, señor de los peces» (1999). Dichas obras se fundamentan en la tradición oral pemón, recreadas e ilustradas por el mismo autor. Además, nos entregó el poemario «Uyenu, mis ojos» (1999), también en formato bilingüe.

Morela Del Valle Maneiro Poyo

Oriunda de Ciudad Bolívar, ocupa el segundo lugar entre los seis hijos de Carmen Poyo y Juan Maneiro. Sus padres provienen de Caño Chiquito, hoy sumergido por el río Orinoco, cerca de Moitaco, en Bolívar. Esta activista cultural y poeta se destacó al ganar el Primer Premio del I Concurso de Literaturas Indígenas Venezolanas Kuai Nabaida, El Mar de Arriba, en 2006, con su obra «Ojos de Hormiga»

José Ángel Fernández Silva

Wayuu, de ascendencia Wuliana, vio la luz en La Laguna del Pájaro, Guajira venezolana. Es sociólogo y magíster en Antropología por la Universidad del Zulia. Su pluma ha dado vida a obras notables, como «Nünüiki Ka’ikai Lenguaje del Sol» (2006), parte de la colección bilingüe de Monte Ávila Editores Latinoamericana, titulada «Waanükü, nuestra palabra».

También destaca «Jayeechiirua jee kasa Sujutumaajatüirua tü Eiikaa Mma», segundo premio del I Concurso de Literaturas indígenas Venezolanas Kuai Nabaida El Mar de Arriba.

Ha llevado el arte wayuu a Ecuador, Colombia, Cuba, España, México e Italia, representando a Venezuela con sus versos en conferencias y recitales poéticos. Sus creaciones danzan coreográficamente en el repertorio del grupo de danzas de LUZ.

OMBLIGO DE LA TIERRA

Somos los primeros habitantes

del ombligo de la tierra.

somos perpetuos y felices viajeros

a la luz del sol y luna .

Después que Juya abrojas sobre la tierra

Ma’leiwa tapizó el suelo maternal con flores amarillas

Entonces surgieron las personas de modo colectivo:

¡ Wulianaa ! Aparecen los felinos

¡ Ja’yaliyuu ! Aparecen los caninos…

Ya pasamos el camino de los wayuu muertos

Isabel Ortega Hernández

Wayuu del linaje Wuliana de Maracaibo. Obtuvo su licenciatura en Letras en la Universidad del Zulia. En los años 70, fue una pionera en la comunicación indígena, respaldando la educación intercultural bilingüe. No solo es poeta, sino también directora de teatro, comunicadora y docente.

Su obra «Palabras prohibidas en actos sagrados», parte de la Colección Tornasol de la Gobernación del Estado Zulia y la Universidad del Zulia, vio la luz en 1995. Sus poemas trascienden fronteras, traduciéndose al náhuatl, francés, árabe, coreano e inglés, mientras una parte considerable aún espera ser publicada.

Leoncio Pocaterra

Apodado Leo o Juan Pushaina por sus amigos, nació en 1939 en Makoomatira, un lugar wayuu. Aunque se desempeñó como perito agropecuario, su verdadera pasión ha sido la escritura y la investigación histórica.

Su obra más destacada, «Ayaakuakaa: El Retrato» (1994), es fruto de la colaboración entre la Dirección de Cultura de LUZ y la Secretaría de Cultura del Estado Zulia.

Además, ha difundido numerosos folletos y hojas sueltas con sus crónicas y poemas. A pesar de esto, gran parte de su trabajo permanece inédito, enriqueciendo aún más su legado literario.

Juan Sandoval

Tiene origen Wanai/Mapoyo, nació alrededor de 1912, aunque su fecha y lugar exactos de nacimiento son desconocidos. Residió en El Corozo, en el caserío Palomo, entre los ríos Caripito y Villacoa, en la sabana del Distrito Cedeño, estado Bolívar.

Durante una investigación de campo, Marie-Claude Mattei Müller y Paul Henley se detuvieron en Palomo, buscando información sobre los indígenas mapoyo. 

Emergió un hombre delgado y pequeño, el sabio Juancito Sandoval, orgulloso capitán mapoyo, quien luego compartió su lengua, cultura y mitos con Marie-Claude en Caracas. Sus relatos, grabados y transcritos con esmero, ahora residen nuevamente con el pueblo mapoyo y sus versos pasaron a El Leguaje del Sol.