El primer poema del mundo tiene una data del siglo XXIII antes de Cristo, particularmente entre los años 2280 a 2225 antes de nuestra era.
Una mujer tomó el cincel y con pericia empezó a esculpir palabras en la tablilla. El primer poema del mundo fue escrito por Enkheduanna, la sacerdotisa de la antigua Mesopotamia (siglo XXII AC).
Ella es también la única mujer entre los grandes autores de la literatura mesopotámica.
¿Quién fue la primera poeta de la historia?
La primera poeta o poetisa de la historia se llamaba Enkheduanna, además de escritora de prosa y poesía, fue una princesa y sacerdotisa y vivió en el siglo XXIII antes de Cristo.
Nacida en la ciudad-estado de Ur, en el sur de la región de Sumeria. Hija del rey de Mesopotamia, Sargón, “rey de todos”, como parte de la tradición akadia la joven había aprendido la escritura cuneiforme, una antigua forma de escritura que usaba tablas de arcilla. En ellas plasmó sus himnos y poemas.
Enkheduanna es considerada la autora más antigua y también es conocida como “La alta sacerdotisa del adorno del cielo”, o “La alta sacerdotisa de la Luna”, escribió su poema Exaltación de Inanna a modo de devoción personal a la diosa Inanna.
En esa época era costumbre alabar y ofrendar a los dioses también con la palabra, de ahí que la princesa de Ur le dedicara su composición a Inanna, protectora de la dinastía de Akkad, fundada por su padre el rey, y también diosa del amor y la fertilidad, hija del dios y la diosa lunar, nombrada luego por otras culturas como Afrodita.
Durante su vida, Enheduanna en su cargo como sacerdotisa, escribió una gran variedad de poemas que inspiran e himnos religiosos en su mayoría escritos para el Dios de la Luna Nanna y a la Diosa Sumeria, Inanna del Amor. A través de sus poderosos escritos a Inanna, la diosa del amor y de la guerra, ella cambió el curso de la historia y fue recordado por siglos después de su muerte. Su escritura es tan compleja que los estudiosos la llaman la «Shakespeare de la literatura sumeria». Sus himnos funcionan como conjuros de varias capas, entretejiendo aspectos políticos, personales, rituales, teológicos, históricos y jurídicos.
También fue músico y escribió la crónica del derrocamiento de su padre y el destierro de su familia. Su existencia histórica está demostrada por un disco de alabastro hallado en la zona más secreta del templo de Nanna en Ur, y por otras piezas de joyería.
Obras más conocidas de Enheduanna
Las obras más conocidas de Enheduanna son Innisagurra, Ninmesarra y Inninmehusa.
Estas tres obras son himnos a la diosa Inanna que, según la experta en Enheduanna, Betty de Shong Meador, «definieron efectivamente una nueva jerarquía de los dioses» . Estos himnos, traducidos como «La dama del gran corazón», «La exaltación de Inanna» y «Diosa de los poderes terribles», le proporcionaron a la gente del imperio de Sargón una visión personal y significativa de los dioses que dirigían sus vidas.
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